Desde hace varios años, las comunidades de los diferentes sectores del municipio de La Plata, han venido reiterando su preocupación por la invasión de que son objeto los parques y escenarios deportivos, por parte de consumidores de alucinógenos y la delincuencia común.
Este es un tema, que en reiteradas ocasiones ha sido puesto en conocimiento de las autoridades locales, pero al parecer las acciones que se han tomado no arrojan los resultados esperados, los cuales deben enfocarse a brindar la seguridad y el bienestar de los habitantes de bien de este municipio.
Algunos deportistas y ciudadanos usuarios de uno de los principales escenarios deportivos de la localidad, como lo es el Polideportivo El Pomo, construido para la integración, recreación y desarrollo de actividades sociales y culturales, lamentan que hoy esté convertido en el fortín de malhechores, que con sus actividades han desplazado a la comunidad que acude con frecuencia al lugar.
Los pocos deportistas que se atreven a realizar sus practicas nocturnas en este escenario, lo hacen con temor para no ser objeto de hurtos de sus pertenencias o en su defecto tener que suspender la actividad deportiva por la incomodidad que representa el tener que soportar los olores a marihuana y bazuco.
Otrora, este escenario se veía abarrotado de deportistas y aficionados que llegaba a participar de los diferentes torneos de micro fútbol y baloncesto que organizaban las entidades oficiales o particulares, en donde familias enteras, incluida la mascota, disfrutaban de este espacio.

Este caso se repite con otros escenarios como el Parque de San Rafael, el de La Pola y hasta el Parque Custodio García Rovira, que poco a poco esta siendo ocupado por estos personajes que poco o nada le aportan a la sociedad.
Residentes cercanos a estos escenarios, afirman que los delincuentes hurtan las luminarias o el cableado o en su defecto los interruptores que generan la electricidad para dejar los lugares en tinieblas y así poder ejecutar sus fechorías a sus anchas.
Traemos a colación, una problemática, que se presentaba hace algunos años en la zona de la Avenida Libertadores, cuando los establecimientos de diversión cerraban sus puertas, la Villa Olímpica, se convertía en amanecedero, de los clientes de dichos locales, convirtiendo el escenario deportivo en lugar de consumo, de licores, sustancias alucinógenas y hasta en sitio de practicas sexuales.
Los Comandantes de Distrito y de Estación de Policía, a petición del mandatario de la época, iniciaron campañas de fondo y permanentes para erradicar esta practica del sector y a fé que lo lograron.
La pregunta surge en estos momentos, será que hace falta mayor acción policial o definitivamente se les salió de las manos la seguridad y el control en estos escenarios y si es así, a quien recurre la comunidad?.