
El año pasado se vendieron en el país Europeo más bicis que nunca, mientras las marcas buscan acercar la producción para evitar retrasos en la entrega de componentes y prosigue el avance de las bicicletas eléctricas.
Una bicicleta se compone de más de 40 piezas de procedencia muy diferente, en su mayoría de Asia, que los fabricantes españoles deben ensamblar para formar sus propios diseños. El impacto positivo en cuanto al medio ambiente, se hace cada vez más aceptado entre las personas que tienden a mejorar su aporte a combatir el cambio climático.
En los últimos años, el sector de las dos ruedas en España está viviendo profundos cambios. El más llamativo es el bum de ventas: según el informe anual presentado el pasado martes por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), en 2021 se vendieron más bicis que nunca en el país, 1.571.368 unidades, y la facturación alcanzó sus niveles más altos jamás registrados.