Autoridades de Haití recuperaron parte del arsenal usado en el asalto a residencia del Presidente. os 24 policías asignados a la seguridad del presidente de Haití, Jovenel Moïse, asesinado el 7 de julio, recibieron una notificación esta semana.
La inspección general de la institución los citó y les dijo que están sujetos a medidas cautelares mientras avanza la indagación. La decisión se tomó después de que investigadores, en presencia de una comisión del FBI, recogieron varios casquillos de armas lar gas y cortas en la residencia presidencial, en donde Moïse fue torturado y asesinado.
Informantes han dicho que policías locales participaron activamente en el magnicidio. Y ahora se quiere verificar si entre las armas que se les entregaron a los exmilitares colombianos –que conformaron el comando armado que llegó hasta la casa de Moïse– hay fusiles de la Policía.
Varios de los exmilitares involucrados han dicho que el arsenal con el que iban a ejecutar el golpe de mano –para capturar al presidente– se tardó en llegar. Por eso, se les sigue la pista a los seriales de los fusiles, pistolas y hasta escopetas que tenían los exmilitares.
El FBI ya venía investigando por tráfico de armas a Dimitri Hérard, jefe de seguridad del palacio presidencial, hoy detenido por el magnicidio.
También se le está haciendo un trazado a los fusiles que se encontraron en la casa de Reynaldo Corvington, dueño de una empresa de seguridad, y de Gilbert Dragon.
Corvington, dueño de una firma de seguridad, tenía ocultos 8 rifles (3 automáticos), una carabina M1, un fusil AR-15 y 9 pistolas.
Y a Dragon –presunto encargado de alquilar los carros usados para el asalto y de coordinar las reuniones con los mercenarios– se le confiscaron un fusil AR-15, dos pistolas de 9 mm y varios cartuchos de 12 milímetros.
El rastro del dinero para comprar los tiquetes con los que viajaron los exmilitares colombianos es otra de las pistas.
Se cree que todo el plan criminal pudo costar más de 20 millones de dólares.
Los depósitos hechos por el ecuatoriano Walter Veintemillla con destino a uno de los exmilitares colombianos hacen parte del rastreo, así como los pagos de varios vuelos privados del médico Emmanuel Sanon.